Google AdWords, el comercial del despacho. Cómo rentabilizar la inversión
Los anuncios son creados por nosotros, eligiendo las
palabras clave, términos o frases que están relacionados con nuestra empresa y
que facilitarán ser encontrada.
Cuando los usuarios buscan en Google una de esas palabras
clave, el anuncio aparecerá junto a los resultados de búsqueda, permitiendo
dirigir los anuncios a un público concreto y segmentado.
Los anuncios patrocinados aparecerán en las búsquedas
orgánicas, pero se situarán en la parte superior o lateral derecha con un fondo
distinto para ser diferenciados. AdWords
también permite la creación de una ‘’lista negra’’ de términos que no
queremos que referencien a nuestra empresa, por los cuales podemos llegar a
perder dinero si no se ajustan a búsquedas claras y sencilla sobre los
servicios que ofrecemos.
Como empresa, pagaremos una cantidad establecida previamente
cada vez que un usuario haga clic sobre nuestro anuncio. Los precios más o
menos bajos dependerán de la competencia y del uso que cada palabra clave o
término esté teniendo; se trata casi de una subasta, en la que si yo, como
empresa, establezco un precio para una palabra clave, Google me podrá avisar de
que por ese precio no puedo comprarla, teniendo que igualar o superar el precio
que en ese momento tenga debido a la oferta y demanda.
Además, la posición de un anunciante en los resultados de
búsqueda variará al igual que el precio; dependiendo del pago por clic, de la
relevancia del anuncio y de la página de aterrizaje, la posición será mejor o
peor.
Si nuestra empresa quiere posicionarse en el gran motor de
búsqueda de Internet, esta es una buena herramienta a utilizar para conseguir
clientes y referencias sobre nuestros productos, a través de un rápido y
sencillo manejo.