3 FORMAS DE AUTOSABOTAJE DE LAS QUE NO SE HABLA MUCHO (Y SE DEBERIA)
¿Eres consciente de la importancia y el efecto que tienen lo que piensas y las normas mentales que te impones en tus resultados?
Hace tiempo hablé de los cuatro tipos de autosabotaje más frecuentes y
ahora quiero añadir tres tipos más que no se mencionan mucho pero por
mi experiencia y la de mis clientes tienen también mucha importancia. Ya
sabes que para cambiar y mejorar lo primero es ser consciente de lo que
pasa, así que sigue leyendo a ver si te identificas con alguno.
1. Pensar que dejar las cosas a medias es fracasar
Esto
es algo muy frecuente, especialmente si eres perfeccionista. Dejar las
cosas a medias te hace sentir fatal, culpable, desorganizada,
inmadura... Aunque estemos hablando de simplemente dejar un libro a
medias. Por desgracia eso hace que inviertas tiempo y dinero en cosas
que, en realidad, no quieres hacer y en el fondo te perjudica. Si
hablamos de un libro o una película la cosa no tiene tanta repercusión,
pero si hablamos de tus estudios, tu negocio o de algún proyecto
importante sí.
Es
importante que valores tu tiempo y tus gustos, no tienes por qué
obligarte a acabar algo que sabes que no te gusta nada. No hay que
confundir esto con la falta de persistencia, claro. Una cosa es dejar
algo a medias porque requiere un esfuerzo y otra muy diferente saber que
no es lo quieres, que no vas a cambiar de opinión y seguir ciegamente
malgastando tiempo, energía y dinero cuando podrías estar haciendo algo
que sí quieres hacer.
¿Qué puedes hacer entonces si te identificas con esto? Para evitar la
sensación de haber fracasado y el sentimiento de culpa puedes hacer dos
cosas:
- Crearte unas normas o un sistema para decidir de antemano hasta donde aguantas. Por ejemplo, si eres de las que sufre al dejar un libro a medias aunque no te esté gustando nada, puedes proponerte como límite un número de hojas o de capítulos, "le doy cien hojas, si veo que no, a por otro, que hay muchos libros y poco tiempo". Lo mismo con alguna película, aquí la trampa es el dinero, "es que como he pagado la entrada pues ya me quedo." O sea que no solo has pagado sino que ademas estás perdiendo el tiempo, ¡aprovéchalo para hacer otra cosa! Un gran ejemplo me lo dio mi hermana: se apunto a un curso de ingles y a la primera clase decidió dejar de ir. Lo 1º que le dijeron fue pero qué haces, si ya lo has pagado, ve y ya está; pero como decía ella, he ido y he visto que no es lo que quiero, que el nivel es demasiado básico y no lo voy a aprovechar, entonces para qué voy a perder ademas del dinero ya invertido, mi tiempo? Eso lo dice todo.
- Deshacerte de lo que te hace sentir culpable. Te daré un ejemplo de una cliente, empezó a estudiar derecho, le gustaba pero se dio cuenta de que en el fondo no era lo que quería, así que lo dejó. Cada vez que ve los libros se siente fatal, aunque nunca se ha arrepentido y es consciente de que si hubiera seguido ese tiempo no lo tendría ahora libre. Solución que ella misma se dio, regalar los libros y no tenerlos a la vista. Ojos que no ven, corazón que no siente.
Opción alternativa: si
ves que estos métodos no te ayudan decide acabar lo que empezaste, pero
sin quejarte y como una decisión consciente y quítatelo ya de la
cabeza.
2. Rechazar o negar algo que es importante para ti (pero que en cierta manera te da vergüenza).
Es
fundamental que te seas fiel a ti misma y te aceptes como eres,
incluyendo esas pequeñas cosas que te dan algo de vergüenza. Esto es
especialmente importante cuando hablamos de las cosas que te motivan a
hacer algo o de tus principales valores. Muchas veces tenemos la
creencia de que tus valores o motivos para hacer algo tienen que ser
completamente altruistas y si no es así es que eres una egoísta o una
mala persona. Y acabas haciendo elecciones que no te hacen sentir
realizada porque en el fondo no es lo quieres.
Un ejemplo puede ser el no reconocer que uno de tus motivadores o
valores es el dinero, porque temes quedar mal y preferirías que fuera el
servicio a los demás, por ejemplo. O bien, como lo hablaba hace poco
con una cliente, negar la importancia que tiene para ti el estatus, el
ser reconocida profesionalmente. Negar algo que para ti es importante
solo te perjudica, es importante aceptar las cosas y darles el valor y
la importancia que se merecen solo porque para ti son importantes. Te
daré un ejemplo personal, una de las cosas que más me costó al cambiar
de profesión fue el cambio de estatus, no es igual hoy en día decir que
eres científica y especializada en genética (admiración y aprecio) que
decir que eres coach (eh?? Ah, sí, ahora hay muchos). Me costó mucho y
no he sido consciente de la importancia que tiene para mi el
reconocimiento profesional hasta que realicé el cambio. Al principio me
sentía culpable por importarme algo tan "superficial", ya no, para mi es
importante, sí, ¿y qué? (es bueno saberlo por si vuelvo a cambiar de
profesión, ja,ja).
No
hay nada de malo en querer ganar un buen sueldo, en querer tener una
vida con lujos, en querer que tu profesión sea reconocida socialmente.
Acepta lo que quieres, lo que te motiva y tomarás decisiones más
acertadas y te sentirás mucho más satisfecha con tus logros.
3. Asociar el dinero con maldad.
Sobre
este tema se puede escribir hasta la saciedad y no acabar nunca. El
dinero es un tema espinoso para muchas personas porque desde pequeña
puede que lo asocies con cosas negativas o con escasez. "El dinero no
crece en los árboles", "Nadie se hace rico trabajando honradamente", "El
dinero se te sube a la cabeza", "La gente con dinero no tiene
principios" y un largo etcétera.
El problema de este tipo de creencias, como pasa siempre, es que te
mantiene estancada en actitudes que sabotean tu éxito de forma
inconsciente. Tu puede que te digas que quieres ganar dinero pero si en
el fondo piensas que el dinero te hace mala persona, te aseguro que te
quedarás como estás.
Es un tema en el que merece mucho la pena trabajar para cambiar
creencias y liberarte de envidias, sentimientos de culpa o gastos
compulsivos. Hay que tener una cosa clara el dinero es un número, es un
papel, es neutro. El dinero no es bueno ni malo, las personas sí lo
somos. Hace tiempo aprendí algo que me llegó hondo, el dinero amplifica
lo que eres. Si ya eres una mala persona (y te aseguro que hay muchas
malas personas con poco dinero, ya tienes una creencia desmitificada)
con más dinero serás peor. Pero, si eres una buena persona, honesta,
generosa, imagínate lo que podrías hacer con más dinero, a toda la gente
a la que podrías ayudar.
No te dejes vencer por ese tipo de creencias y cámbialas por otras que
te beneficien más. El dinero te permite ayudar a más gente, eso es un
hecho. Y sí, hay personas con mucho dinero generosas, honradas y
trabajadoras. Se me viene a la mente mi propia mentora, para que tengas
un ejemplo real. Mujer honesta, muy trabajadora que ahora vive como una
reina pero hasta hace poco no, y ha conseguido lo que quería trabajando y
arriesgándose.
Uno
encuentra lo que busca, eso ya lo sabes, te desafío a que encuentres
pruebas de que con el dinero se pueden hacer cosas buenas y seguir
siendo una buena persona y que se puede ser honrado también.
¿Qué me dices? ¿Cuál de estos tres te impacta más a ti? Cuéntamelo AQUI.
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La Dra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora de www.coachdelaprofesional. com
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La Dra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora de www.coachdelaprofesional.